miércoles, 30 de marzo de 2022

Ayudar sin la necesidad de pertenecer.

 Ayuda, Información, Solución De Problema, Amigos

 

     Las personas como seres sociables, por muy antipáticos, solitarios o introvertidos que intentemos ser, siempre vamos a llegar al punto de choque que nos obligue a depender de la ayuda de los demás. Claro que no hay mayor alivio que sentirse respaldado en un momento en que nuestra cabeza, ánimo o recursos materiales han desgastado nuestra resistencia hasta, al menos, creer que ya no podríamos más por nuestra cuenta.

Acudir con las personas que han ganado nuestra confianza, al grado que dejemos en sus manos nuestra seguridad o estabilidad en una crisis, nos hace permitir un grado de confidencia en que les compartimos, como poco, las bases de como es que perdimos el control y como recurrimos a ellos. La diversidad dicta que sin duda, hay gente que sin tapujos externa toda la información y sus emociones, al calor del momento, sobre su confidente. Ahora, ¿que pasa con aquellos que no son tan abiertos?. Esta ocasión quiero romper una lanza por aquellos que buscan superar sus pruebas desde el mínimo perfil posible.


"Sé mi amigo, camina a mi lado".

Citando a Albert Camus; ya frágiles buscamos refugio en la persona más adecuada posible, con esperanza y fe más que con control y calma. Los callados, apenas y quizás quisiéramos levantar la mirada por la vergüenza de decir a nuestro apoyo, que hemos fallado. En la calma se oculta el mismo dolor, la frustración, miedo e impulso de derrumbarse o enloquecer que llegan a los demás, pero también, la realidad es que esa fuerza que impide no desmoronarse es lo último que algunos tenemos, aún al tocar fondo y no queremos perderlo. Es la fortaleza con la que las personas se perdonan, perdonan a los demás y avanzan en recuperar el control de sus vidas, mientras  aprendiendo de sus pruebas y van intentando soltar la mano confiable que les reconfortó en la masa crítica.

Esa persona confiable que estuvo en el mejor momento, solo necesitaba eso, estar. Otras ocasiones, aquel que sufre pudo pedirles un tanto más, como escucha o apoyo económico o un consejo. "Camina a mi lado", la mejor ayuda es ofrecer estar y esperar a que se superen los retos de quién confió en ti.

 

Todo esta en los detalles... literalmente.

El mayor problema de aquellos que intentan levantarse de sus fracasos apoyándose en la menor medida posible de quién les ayuda, es que muchas partes de las causas y el proceso de superarse, son silentes. Vergüenza o dignidad, o algo más, el punto es que la carga emocional y el desgaste de la resolución no se busca transmitir a quién nos ayuda. En mi opinión, si el afán es resolver independientemente, es válido poder ser dueños de los detalles acerca de todo ese camino que se recorre entre el error y la estabilidad. ¿Es nuestro derecho poder conservar la privacía, no?. ¿Y si quién nos ayuda entendió que no?.

 

El perro callejero.

Imagina conmigo; vas por la calle, llevas un trozo de comida en la mano y le asestas algunas mordidas mientras prosigues tu marcha. Este detalle no pasa desapercibido para un perro hambriento que a distancia prudente, sigue tu paso en espera de que algo caiga al piso. Tu, en la mejor disposición, no ignoras la situación y te decides a ayudar al hambriento hermano canino.

Por principio, digamos que optaste por la vía amable. Tomas algo de comida, se lo muestras al perro y esperas en cuclillas a que él decida acercarse. Las intenciones son claras, ya has ofrecido tu ayuda y eventualmente el amigo animal se acercará con mucha resistencia, posiblemente, pero confiando como su único recurso. Procedes a retirarte pero crees que el perro aún pudiera querer compañía y estas abierto a llevarlo a casa si coopera, te retiras poco a poco mientras le silvas y haces palmadas.Tal vez, el perro entienda lo que ofreces y podría aceptar la ayuda, permitiendo una cercanía que a otros no les dejó.

Ahora, cambiemos el escenario anterior. El perro hambriento sigue a la distancia tu ruta esperando la oportunista caída de algo de alimento; tu pacientemente le ofreces un poco con tu mano mientras lo esperas en cuclillas hasta que finalmente se acerca y come frente a ti. Ahora, de pronto caes en la cuenta de que podrías ayudarle mas llevándolo a casa, así que mientras esta comiendo tratas de tomar su espalda, o sus patas de forma repentina, lo cuál falla. El perro se aleja y ya nada de lo que hagas lo hará que se vuelva a acercar a comer en tu mano, a pesar de poder estar aún muy hambriento.


"Ayúdame, como yo confié en ti".

Las personas introvertidas, no son incapaces de externar sus ideas y sentimientos, pero saben que no cualquier persona ni cualquier foro es el adecuado. Incluso tratándose de alguien en quién confíen mucho, es injusto esperar a que solo inicien una catarsis de la nada y aclaren a los demás todas sus dudas acerca de lo que vive, sufre o hace al respecto.

Erróneamente, al ayudar, algunas personas se sienten excluidas por no conocer a amplitud los detalles del proceso que vive a quién ayudan. Personas con necesidad de inclusión o pertenencia, podrían empezar a sentir "derecho a saber", "derecho de opinión" o "derecho a interactuar" en la situación AJENA.

El impacto del repentino cambio de estas posturas de "ayudante" a "participe", es que ahora ya se ha perdido la neutralidad de aquel escaso apoyo con que se contaba. Nuevas opiniones [sin fundamentos], fricciones adicionales a las que pudieran ya existir o victimes de quién no tiene ningún rol en el asunto, son puentes que se quemarán. Ahora aquel introvertido tendrá más cosas con que lidiar, tan solo porque pensó que podía pedir ayuda desinteresada. El interés mal interpretado de esa ayuda, asestará más golpes a quién buscaba apenas levantarse... todo un chiste grotesco.

"¿Porque no me explicas a detalle que sucedió?", "Yo en tu lugar...", "Ni soy el adecuado para resolverte, pero te diré que...", "A un amigo del conocido le pasó, deberías...", "¿Y ya hiciste 'tal' o 'cuál' cosa como otros que he escuchado han hecho?". Una serie tan impredecible como sorprendente de agresiones a la privacidad, justificadas en el desconocimiento de los detalles. La verdadera pregunta es ¿cuándo nos olvidamos de que ayudar no es invadir?.

"Ayúdame, como yo confié en ti", se me ocurre como una forma breve de exponer, que las circunstancias han hecho que una persona, en este caso introvertida, acuda a otra orillada por sus miedos, dolor o necesidad y lo hizo con fe ciega esperando empatía (que no compadecimiento).

"Ayúdame, como yo confié en ti.
Confié ciegamente en ti,
ahora confía que solo necesito lo mínimo posible de ti,
confía en que las palabras y acciones que te muestro,
son las que necesitas y ni una mas o de menos,
dejame ponerme en pie yo solo, no busques caer junto a mi".


Gracias a todos aquellos que han sabido ser ayuda de los introvertidos. Gracias por reconocer que sus palabras son tesoros muy escasos y que sus tragedias no son logros que presumir ni sus pruebas una lista a detallar. Gracias, a todos aquellos que tuvieron la prudencia y empatía de solo decir "aquí estoy" y no "corretear a la fuerza, al perro hambriento".



Gracias por su tiempo
Nos leemos.


martes, 22 de marzo de 2022

El pensamiento lateral o "¿porqué vienen a nuestro concierto a abuchearnos?"

 

 Bombilla Clara En Superficie Negra 

 

        En 1967, Edward de Bono, escribía acerca de como el utilizar la imaginación y una postura creativa, podría ayudar a encontrar soluciones, o perspectivas atípicas acerca de un tema o problema. Bendito pensamiento lateral, ya sabíamos como llamarle a la herramienta que llegó a hacer efectiva, dinámica y proactiva la comunicación humana... porque, ¿eso hace?, ¿no?.


"¡¡Me chocas, como odio, aborrezco, tu pensamiento lateral y tú no entiendes nada!!"


Historia 1: En un negocio familiar cualquiera en el mundo, una persona inicia una conversación con el conocido que sabe, tiende al pensamiento lateral:

 

[El hijo que micro gerencia] Mi padre solo por ser el dueño no me respeta ni a mi ni mis decisiones; sus acciones son incorrectas, ¡yo debería tener más pero me van a quitar lo que he trabajado y mientras el y los que son sus favoritos se gastan el dinero y no trabajan ni ven lo que hago y estoy muy enojado porque yo les genero, yo se dirigir, y tengo visión, y ellos no aportan, y así llevo 42 años de trabajo y nada cambia!, ¡solo déjenme dirigir carajo!, ¡pero noooo!, mi padre desdice o impone su última palabra.

[Pensador lateral] ¿Acaso no es el jefe?, 42 años de tratar de imponerte al jefe suena a mucho trabajo, ¿eres infeliz por ser demasiado bueno, que haces aquí?, podrías dirigir algo por tu cuenta tal vez.

[El hijo que micro gerencia] Ay no entiendes que ya llevó mucho tiempo dedicado a eso y no lo tiraré por la borda, ni perder lo que me corresponda y menos regalárselo a uno de los favoritos. Ya me hice a la idea de que así es, ya que se caiga a pedazos todo, ¡así sea!, si eso necesitan para que vean cuán valioso soy y cuán equivocado esta mi padre, quién dirige.

[Pensador lateral] ¿Entonces no eres infeliz?, demostrar obstinación en no romper un patrón de 42 años quizás hasta sea una señal de que te gusta esa dinámica de conflicto, desazón y búsqueda de aprobación. Entonces, estas bien así, ¿no?

[El hijo que micro gerencia] ¡Claro que no!

[Pensador lateral] De acuerdo, solo me preguntaba si no ves que hay un problema en toda esa explicación.

[El hijo que micro gerencia] No entiendes nada, no sabes como se siente estar así.


Historia 2, la última por ahora (lo prometo): En un pórtico cualquiera del mundo, una persona inicia una conversación con el conocido que sabe, tiende al pensamiento lateral:


[Mujer adulta] Mi prima me acaba de decir algo que me desagrada y ¡que barbara!, ¡llevó horas en un coraje que ya no se ni como sacarlo!, ni quisiera decirlo, ¡ay no!, ¡¿es una mala persona?!, ¿que satisfacción le deja hacer esos comentarios?

[Pensador lateral] Lo que sea que dijera tu prima, ¿necesitas empoderarlo?, ya lo dijo, cierto o no, pues decirlo habla más de ella que de ti. Como ya lo externaste, quizás ya ahora puedes pasar a otro tema y permitir que otro tema ocupe tu atención.

[Mujer adulta] ¡ya le dije a todos los que pude!, ¡ya intente oír música!, ¡ya intente comer! y ¡sigo pensando en eso y me molesta mucho!.

[Pensador lateral] Estas decidida en seguir prestando más atención al enojo y no a lo demás a tu alrededor, cuando creo que debería ser como una cortada de papel, vaya; si, es molesta y quizás duele, pero minimizar la atención a ella la pierde en el olvido, ¿porque no has decidido prestar menos atención?, siendo que pareces preferir fortalecer el enojo a cada persona que le cuentes y cada acción que te interrumpe.

[Mujer adulta] ¡Pues estoy enojada y quiero externarlo!, ¿pues que se piensan que pueden decirme lo que quieran?, ¿porque me quieren lastimar?.

[Pensador lateral] De acuerdo, pero si lo repites una y otra vez, solo refuerzas lo mucho que te duele, mientras que no pareces repetir una acción que te ayude a colocar las palabras pasajeras, en su debida proporción.

[Mujer adulta] ¿Debo olvidar, perdonar y quedarme callada?, ¿me agacho?, hago como que nada pasó.

[Pensador lateral] ¿Si solo aprendes que te duele y avanzas?, ¿es verdad lo que te dijo y es algo que puedas cambiar? o no es cierto y debería ser poco importante, ¿no lo crees?. ¿Que piensas tu de ti misma, que sus palabras te afectan tanto?, ¿no piensas que tu auto estima podría necesitar un poco de trabajo?, al menos, eso pienso y pensar mucho en el porqué o cómo pasó no suena necesario.

[Mujer adulta] No lo entiendes, ¡¿porque es tan mala?!, ¿que ganaba?

 

La principal cualidad y quizás la más odiada característica de el pensamiento lateral, es que implícitamente deriva de un proceso lógico, racional y consciente; aspectos muy deductivos pero lejos de la emoción.

En las historias anteriores, comparto solo una muy ínfima porción de las "convivencias" más comunes con las que una persona de pensamiento lateral debe tratar de encajar en el mundo. Todos mas que menos queremos ser escuchados y en la necesidad, no pensamos en la responsabilidad que colocamos en los hombros de nuestro interlocutor.

Muchas ocasiones he visto como otras personas asumen que tienen ese amigo o conocido "bien atento, de ideas muy curiosas, buen oyente" al que eligen para confidente y se permiten llegar a la frustración al ver como un pensamiento lateral aflora de sus catarsis y les enfrenta a ver que los problemas no son ni tan grandes ni sus proezas tan destacables.


Las personas que optan por el enfoque emocional, quieren sentir y desarrollar el impulso que quieren desfogar; no quieren lógica por sobre la complicidad, ni quieren perspectiva por encima de el reflector que brinda sentirse merecedor de toda la atención. "No lo entiendes", "no sabes nada", "ni te imaginas", son frases que marginan al pensador lateral de una conversación que quizás el ni solicitó, poniendo un par de tabiques más a la pared de la confusión y la ironía; pues claro que no se puede entender, ni saber, ni imaginar, más allá de lo que se le permite saber a este interlocutor mal asignado. Irónicamente en todo pensamiento lateral, esta implícito el entender, saber e imaginar lo suficiente como para encontrar una dirección alternativa al tema sobre la mesa. Estas paredes de ironía realmente son por no sentir igual que el expositor. "No sientes lo que yo siento" sería un juicio mas certero, pero también injusto.

Un abrazo, pensador lateral, por estar allí para que el mundo sepa que para sus tormentas quizás solo ocupan abrir un paraguas o que si alguien se siente muy alzado, debería asegurarse que la mesa a la que subió tenga unas patas firmes. No es lo que la mayoría quiere, somos una sociedad lastimada y que las carencias afectivas no son culpa de nadie y por ello el pensamiento lateral quizás suene bien en una cena intelectual pero no en una primera cita o el sábado de parrillada.

Impopular pero apreciado pensador lateral, un tanto ajeno a la necesidad de aquellos que más te han de buscar y eventualmente renegar por no ser lo que se busca oír.  

Como diría Lisa en Los Simpsons: "¿Porqué vienen a nuestro concierto a abuchearnos?"

 

Gracias por su tiempo.

Nos leemos.


martes, 8 de marzo de 2022

Este mundo no es para ti, señorita

 

Diseño por: Kwamikagami - CC BY-SA 4.0

 

  Hoy, mientras un año más es noticia como las multitudinarias marchas y expresiones potentes como la violencia y el arte mantienen los gobiernos con los nervios de punta, esperando que nada detone un evento incontrolable; millones de mujeres demandan equidad, seguridad y libertad en el mundo.

Mientras tanto, el mundo pende al borde de una guerra nuclear entre EEUU y Rusia basados en un interés inhumano por Ucrania, en que los civiles sufren las consecuencias del egoísmo, perversión e incapacidad de respetar la vida de los no combatientes por parte de sus gobiernos. En tu país, estado y ciudad natal, no es mejor el escenario. Hace unos días un evento público deportivo acabó en una campal sangrienta entre fanáticos (literalmente), un sin sentido. Esto se volvió la nota que al día de hoy, junto con ejecuciones, desapariciones, pobreza, corrupción política, sequía y consumismo e indiferencia social, adornan los medios de comunicación como adornan el ríspido ánimo de cualquier desconocido que cruce como menos la mirada en las calles.

Quisiera darte buenas noticias, pero en este mundo no abundan y por ello en estas líneas no puedo más que decirte, Señorita, este mundo no es para ti. Si lo fuera, iríamos por la calle disfrutando como corres libre a la distancia en cualquier lugar público con la certeza de que si perdieras tu camino, siempre una mano confiable te guiaría de vuelta a mis brazos, pero la única certeza que tengo es que mientras yo pueda tomar tu mano, lo haré. Se valiente y aunque pierdas tu camino, siempre busca el camino de regreso A TI MISMA.

Si este mundo fuera para ti, no tendríamos que atrincherarte ante oportunistas, envidiosos, corruptos, perversos, egoístas o mentirosos. Si así fuera, fortalecería tu ingenuidad y dulzura por ser los dones con que naciste; pero en cambio, tu sagacidad, observación, competitividad y fortaleza, deben ser pilares para sobreponerte a la desventaja que al día de hoy, tu genero sufre. La única certeza, es que para mi, siempre serás la mejor en lo que ERES y que te daré las herramientas que en mi alcance estén para aligerar tu duro camino hacia el mañana. Se fiel a ti misma SIEMPRE.

Este mundo no es para ti; porque si así fuera, toda niña crecería íntegra, siendo encaminada a amarse y aceptarse a si misma por sobre cualquier cosa. Aceptar y afrontar los retos, superar las decepciones y sobreponerse a las derrotas; a ser fuertes para pelear cualquier batalla, pero humildes, sensatas y honestas para elegir las correctas. A no ser víctimas de su historia, de sus penas, de decisiones ajenas. A estar tan enteras y tan despiertas que no se valgan de la mentira, del derroche ni la injusticia para obtener visceralmente, ni se dejen llevar por burbujas rosas, príncipes azules ni el felices por siempre que tanta mujer atormentada, frágil y sin estima, han generado las costumbres anticuadas, la religión ciega y la televisión. Solo tengo la certeza de que mientras este en mi poder, llenaré tus manos con responsabilidades y decisiones que te mantengan honesta, perspicaz y justa; esperando lo mejor y que seas lo más íntegra posible, porque si todo lo importante esta en ti, nada te faltará y el que no carece, es capaz de dar. Se LA MEJOR VERSIÓN DE TI, para ti.

Este mundo no es para ti, señorita, esta lleno de dolor y desigualdad (para todos). Por ello, hay tantas y tantas mujeres en las calles acabando en gritos sus pulmones mientras escribo estas letras. Quizás debas luchar y alzar la voz o expresar de cualquiera que fuere el modo tu sentir frente al mundo que al día vivas. Este mundo no es para ti hoy, señorita, pero espero que logres hacerlo tuyo con valor y responsabilidad en el mañana. YO CREO EN TI.


Te ama, papá