Partamos de nuestro último recuento; concluías una retrospectiva, mientras seguías en una mesa, acariciando tus sienes alzando tu rostro y suspirabas con resignación.
Seguro pensabas que fue un gran año, a pesar de las pruebas en curso y que dejabas atrás lo resuelto, para dar paso a los nuevos retos. Todo se complicará pronto, lo sabías y solo podías intentar prepararte.
El adjetivo perfecto es fortaleza, tus últimos 365 días se reducen a eso.
Se requirió al poder desafiar una vez mas los prejuicios; siempre duelen, pero sabemos que jamas volverán a ser importantes. Había mucho en juego, una persona, quizás la segunda más importante; no más no menos. Elegiste ser quién fuera señalado día tras día; fortaleza requirió pagar el precio de conversar con ella como nadie más lo había hecho, en su idioma y bajos sus términos. Fuiste el primero en entender sus ideas e impulsarla a ejecutarlas con sus manos, la acompañaste en el desánimo y con el ejemplo la motivaste a interesarse de nuevo en sus metas sin satisfacciones inmediatas.
Se necesitaba para dividirte un año más en tantos aspectos simultáneos, claro que con temor a fallar; pero decidido a no darte por vencido. Se necesitaba ser mucho más y te dedicaste a cumplir con ese propósito. No había cansancio, no había egoísmo, no había dudas; estuviste al pie de la línea en cada flanco, no dejaste a nadie sin tu apoyo y nadie puede decir que no estuviste viendo por el bien común.
Inmensa falta hizo, el día que la viste a los ojos y le explicaste que tardarían en encontrarse nuevamente. Empezó uno de los mayores retos que has encarado y te fuiste sin rencores y con entereza. No era la forma más elegante pero si el momento correcto. Mantener la cabeza fría, el corazón completo y la confianza expuesta con la corriente permanentemente en contra, ha sido duro, desgastante y decepcionante, pero lo supiste llevar en tus manos y convertirlo en tu adversario desafiante, en un impulso, en una oportunidad.
Era el factor para aceptar y trabajar en la paciencia, pero también, para iniciar con los cambios que una nueva rutina representaban. El primer día de tu nueva vida abrió tus ojos a cuán fuerte era la prueba, pero despejó toda cuestión acerca de que sí valió la pena el intento. Estabas listo para los embates, la causa es justa y la verdad está en tus manos, literalmente, en este momento.
¿Estas feliz ahora?, pregunto en tono burlón y a sabiendas que el sarcasmo se justifica solo. Verdad que te fue sorprendente el giro repentino de salir de una pesadilla, al escenario que se presentaba ante tus ojos. Puedo imaginar tu mueca de sorpresa, esperabas lo peor, ¿y que encontraste?.
¿Quién diría que tu pequeño regimiento se alzaría de la nada?, la batalla mas personal que habrías de librar, es aquella en que más acompañado has estado. Tantas voces, tanto aprecio y tanta confianza manteniéndote en pie. No estabas solo, nunca los has estado y desde cada punto de tu pasado, se reunieron las personas más excepcionales a caminar a tu lado y cuidar tus pasos. El solitario debía permitirse acompañar, no sabías cómo, pero aceptaste y el camino se aligeró.
La vida te obligó a tener tiempo y recuperaste tu voz, tus letras y la libertad de expresar tus ideas. Inesperadamente tu sonrisa y energía regresó, te sentías más vivo.
Te veo divertirte y sorprenderte con el poco espacio que las circunstancias dejan libres entre tu cabeza y tu corazón. Nuevas personas, nuevas perspectivas, nuevas aventuras y mucho que aprender. Otras voces, ideas y abrazos han llegado y como nunca estas siendo protegido. Te ha costado dejarte querer y apreciar, bajar la guardia y fluir en los inciertos; encontrar esa parte de ti que negabas tanto, solo yo entiendo el porqué. Es oportuno decirte que te extrañaba y me alegra verte despierto, hablador, bobo y sonriente. Eres tú de nuevo, no permitamos que eso cambie otra vez.
Este año confirmaste tus aciertos, reafirmaste tu confianza, te arrojaste a la libertad y tus batallas no son en beneficio propio. Tus manos se han afianzado de los lazos que sin querer cultivaste y mas personas increíbles llegaron a ti a desarrollarte en aspectos que no esperabas, viene cosas geniales, no puedo evitar sentir tu emoción. ¡Diviértete!, respira y no te detengas; yo confío en ti.
-H.C.
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