miércoles, 27 de octubre de 2021

Retrospectiva: "Contigo no necesito saber dónde has estado toda mi vida"

 

Retrospectiva

"Contigo no necesito preguntar ¿dónde has estado toda mi vida?; es una de las ventajas de presenciar en primer plano tus peripecias, absurdos y genialidades. Sin secretos ni remordimientos, frente a mi es el único lugar que tienes para ser tan libre y auténtico como quieras, como necesitas. 
 
Yo soy tú primer y último bastión y recurso, tu mayor crítico pero también tu más sincero consuelo; el emblema de tus logros y la marca que impide que olvides lo propenso al fallo que eres.
 
Estuve allí el día que te sentías negativamente alienado, confundido, triste. Resultó que días, meses y años pasaban, mientras pacientemente esperaba que un día explotaras y tomaras alguna decisión estúpida; vaya sorpresa. No solo no fue así, ahora hasta puedes ver indiferente ese abismo desde la orilla; pudiste entender que es un camino de muchos, pero entre todos, el más fácil. Lo fácil jamás fue para ti.
 
Creo recordar como empezaste a sonreír y bobear para aligerar la carga emocional de los demás. Pretender ocultar el veneno en tu palabras, la necesidad de agudamente analizar todo hasta esbozar sus más cuestionables fundamentos, no es una aguja en un pajar. Las personas que te acompañan desde hace tanto, lo saben, y tu sabes que lo saben; aún cuando no te atreviste jamás a tocar el tema con ellos y permitir que el tiempo hiciera irrelevante hoy hablar de ello. Eres difícil de soportar y eso los hace muy especiales.
 
Esta esa otra etapa en la que hiciste de tu fragilidad tu fortaleza. Caíste tan bajo como pudiste para que nadie te contara como un ser humano se puede perder entre vicios, irresponsabilidad e indiferencia. Saliste de esa cloaca lleno de inmundicia, sí, pero más despierto también. Dejaste de creer en las excusas que impiden que por voluntad, determinación y fuerza propias, se consiga el amor propio, la integridad y convicción sin buscarla en nadie mas.
 
Encontraste que las personas se complementan, a contra corriente, en una sociedad empeñada en programar a la gente a buscar medias naranjas, limones y demás frutas que pareciera que tenían el resto de su felicidad particular. Eso te llevó a conocer gente increíble, que curiosamente sí necesitaba complicidad para externar que el mundo no es una novela rosa.
 
Así que bien que mal, has aprendido a elegir tus batallas e intentar evadir despropósitos. Aceptar que tus detractores hablaran siempre y que te faltan manos para cargar las marañas de lo que solo imaginan, pero te sobran dedos para contar las veces que demuestran con hechos sus palabras. Aprendiste que el caos esta bien cuando nada ni nadie te importa, es el principio del abandono; por ello, buscas ser cauto y no accionar sin un propósito claro y perceptible. Porque ya sabes que no estas solo.
 
Vives avanzando entre las debilidades, prejuicios, expectativas y carencias ajenas que ralentizan y entorpecen tus objetivos, pero ya duelen menos y menos. Soportar y seguir con un propósito, es todo lo que necesitas, ¿no?, asegurarte que si algo no se puede, en verdad no se puede. 
 
Ser fiel y honesto contigo mismo, eso en breve eres tú; el sujeto en el espejo." -H.C.

jueves, 22 de julio de 2021

Pagando [con gusto] para no poseer nada

 


 

     El streaming y la distribución digital, ese pato feo que se volvió la gallina de los huevos de oro, no requiere mucha ciencia para describirse a nadie. Es la niñera favorita de los recién nacidos y un pasatiempo amigable con personas de todas las edades y ajena hasta donde se pueda, con la tecnología, pero con la capacidad mínima, de ingresar al ícono de la aplicación.

Es además de amigable, bastante conveniente, inmediato, diverso y portátil. Suena muy bien, ¿verdad?. Demasiado bueno para ser tan bueno. Aclaremos algo, no estigmatizaré los medios digitales de paga, es el presente y posiblemente, el futuro. No es el diablo, y de serlo, ese tren ya no se detendrá; pero me cosquilleaba la idea de plasmar mi desazón por lo que perdimos y perdemos en su avance, y cuestionar el "porqué" y el "cómo" se consumen las [no] pertenencias digitales en servicios de PAGA.



Atados de manos

La primer práctica que ejerce tu rentero al usar streaming para ver tus películas, escuchar tu música o contar con aplicaciones que vivan en la nube de internet, es eliminar la posibilidad de que como usuario, tengas cualquier clase de control sobre el contenido.
El pago constante es la única estabilidad que se puede obtener de un bien digital. Las plataformas pueden dejar de existir de un día a otro, limitar el acceso y el contenido a conveniencia y discreción sin siquiera un previo aviso, además de que la calidad no necesariamente esta relacionada con la cantidad de contenido que se entrega.

¿Tienes un casette, un CD, un DVD, un LP de vinil?, la libertad inapreciable que un medio físico ofrecía era el control por parte de su propietario. La vida útil, disponibilidad, préstamo, reventa y reutilización estaba únicamente en nuestras manos. Ahora, en contenido digital, solo somos dueños de la experiencia, cuya disponibilidad depende de su distribuidor aunque hayamos pagado.


 

[No es más]Amigable con el ambiente

     Hay un mito y una percepción intencionalmente degenerada, de que el dejar de generar y utilizar medios físicos de distribución de contenido, representa una mejora en nuestras prácticas de consumo, un respiro para el medio ambiente, una tregua con la madre naturaleza por el simple hecho de no tener un objeto de plástico mas. En la práctica, esto solo es una verdad retorcida; pues si bien en un futuro la adquisición de plásticos en formas de discos ópticos o cartuchos podría ser casi nula, la distribución digital al día de hoy, no contamina menos desde su trinchera.
Miles y miles de equipos de cómputo están consumiendo electricidad, diesel y generando calor para asegurar siempre la disponibilidad a sus clientes, así solo sean usuarios viendo las portadas porque no deciden que reproducir.

En lo general es igual de dañino el uso de plástico como medios de distribución de contenidos, así como el equipo para reproducirlo, que el utilizar solo distribución digital. Curiosamente, si fuéramos una sociedad más consciente y comprometida con nuestro entorno, usar medios de distribución físicos podría representar una manera más amigable de tratar al planeta, pero necesitaríamos abrazar disciplinas como el reciclaje, el desecho responsable, la reutilización, entre otras [lamentablemente] grandes desconocidas. 

 

 


[¿] Cuesta menos [?]

    Segundo mito, segunda verdad maleable a conveniencia: "Es más barato que comprar el contenido en físico".
 
Reflexionemos un momento acerca de esto. Un servicio digital de música o video bajo demanda de paga, seguro tendrá cientos o miles de títulos, autores y géneros en su oferta, que si uno quisiera hacer una compra del material publicado en medios físico se traduce en una inversión imposible, ¿cierto?... FALSO.
La realidad es que, parte del éxito del modelo de distribución digital, es elegir con cuidado sus tendencias. Los clientes pueden apegarse a muy pocos títulos al año, mientras el resto del tiempo cuentan con relleno irrelevante, cuyo propósito es ese, rellenar. ¿Pasas mucho tiempo buscando que reproducir en el servicio de streaming?, es parte de la idea, mientras esperas [pagando renta] la siguiente temporada de algo que te importe lo suficiente. Claro que hay entusiastas que le sacan provecho a las extensas librerías, ¿pero cuántos de ellos son vs el común denominador?.

Otro factor de costo es la diversidad. No hay un servicio único, y de una manera u otra, seguro se cuenta con más de uno, hasta de forma no intencional. Pocos se sorprenderán de saber que sus facturas de telefonía e internet no son más accesibles pero si les agregaron un servicio de streaming que luzca bonito en la renta mensual. Otros servicios, como las tiendas en línea, bancos, etc., regalan o mejoran el costo de suscripción y no la vas a desaprovechar, ¿ó sí?.

En un mundo más tradicional; ir a comprar discos de audio o películas, pagando por solo el boxset de la temporada o película de moda y una serie de ofertas de relleno para la librería, costaría debatiblemente menos que una anualidad de streaming. Pros y contras, se puede conservar, prestar, regalar o revender al gusto; pero ocupando el espacio correspondiente para ser almacenado.

¿Porque manipular las bondades ecológicas y económicas, cuando podrían vendernos discos y suscripciones?, ahí aparece el valor de no poseer nada.
Todos los derechos y ventajas de "poseer" un disco o un cartucho, implican que la productora debe compartir los billetes con una serie de indeseables (desde la perspectiva monetaria).
Los distribuidores, los almacenes, fabricantes de discos, empaques, imprentas, transportistas, tiendas y algunos más, son borrados de la ecuación de forma inmediata... por ahora parcialmente; pero sin duda se han de frotar las manos de ansias por un cambio permanente.

Esto no necesariamente significa mejor costo al comprador final, pero si un ingreso más directo y completo a la bolsa de quién produce.

Como cliente, esta practica nos deja como inquilinos del contenido, a expensas de los proveedores, respecto a cuanto tiempo y bajo que condiciones o costos nos permite usar el material.



Ahí dice "GRATIS"

     No es necesario polemizar el tema evangelizando el uso o no de las plataformas de distribución digital. Pero es destacable entender que parte de los derechos que se poseen como consumidores de multimedia o aplicaciones, están siendo omitidos por los proveedores, por permisividad nuestra y no porque sea una restricción que la era digital tenga integrada.
Poder prestar, respaldar y conservar el contenido podría ser aplicable a streaming como ya lo es en físico, pero al nadie rechazar las políticas existentes, a los proveedores de servicio les importa muy poco el asunto.

Ahora, nuestro tiempo es valioso, lo suficiente para que existan alternativas completamente gratuitas, con ofertas de contenido suficiente, navegable y de calidad.

Tubi, di.fm ,PlutoTV o PLEX, entre muchos más, son ejemplos de que por pocos segundos de publicidad, se puede tener audio y video bajo demanda que no nos pertenezca pero si respete el valor masivo de la audiencia que ingresa al servicio sin sangrar su bolsillo.


Consumir es elección, elijamos con inteligencia y no solo por novedad.


Nos leemos, bytes.

jueves, 24 de junio de 2021

¿Aprendimos algo, de aprender desde casa?

 

    Inician las vacaciones, ha pasado un período escolar mas del atípico encierro que nos orilló a tomar el "C-Virus" y que ha puesto, tanto a prueba como en jaque, la agilidad y eficiencia del gobierno, y las instituciones privadas/públicas educativas a la hora de tener que sacar de sus mangas, una alternativa funcional que no requiriera exponerse presencialmente en un aula.

Ya en su momento, expuse algunos puntos de porque era partidario del sistema público educativo "aprende en casa", aquí: ¿Mamá, hoy aprendí?.
Puedo decir que mi opinión sigue igual al respecto. Un sistema con muchos altibajos y bastantes áreas de mejora; pero una oportunidad única para aquellos que han sido relegados de aprender por no contar, ya no digo con tecnología... ni siquiera maestros o algo cercano a un aula. Si con suerte se cuenta con una TV, ya solo faltan las ganas y poquitito más. Afortunadamente, muy al margen de la edad y el dinero.

Ya concluyen los ciclos escolares, pienso que es buen momento de tomar un segundo y recapitular. ¿Que se puede aprender del ciclo que se va?.


No hay lugar como el hogar

    Puede ser chocante para aquellos que no puedan estar trabajando en conjunto con sus hijos, debido a sus responsabilidades fuera de casa; lo entiendo y es imposible que el mundo se enclaustre al 100%. PERO lo más importante que se puede aprender, escolar y empresarialmente, es a permitir una mayor interacción de las familias. Es ofensivo cuán descarado ha sido el desdén por la vida de las personas desde un punto de vista laboral e institucional. Quedó más que en evidencia que el modelo de trabajo en casa, tele-trabajo y modelo híbrido de trabajo, son posibles en demasiados casos. Los estudiantes encerrados en la escuela o dicha institución siendo, malamente, utilizada como guardería; era innecesario si se rompía el obsoleto esquema del empleado atado a un lugar de trabajo. Algunas familias pueden estar juntas sin tener que atender el total de una semana laboral/escolar de forma presencial. ¿Solo a mi me parece importante que se busque mantener, al menos parcialmente, esto?.


Sí se puede [aprender en casa]

 Sin mucho que decir al respecto; con esfuerzo, sacrificio y disciplina, los estudiantes lo lograron. Dudo que alguien con un mínimo de interés, no haya aprendido algo, en algún momento.


El tema era educar, no arrastrar el aula.

    Un fallo BRUTAL de MUCHAS escuelas públicas y privadas, fue su incapacidad de adaptarse y tomar ventaja a las plataformas tecnológicas que estaban en sus manos. Se les entregó la llave para una educación flexible, multipresente y abierta técnica, ambiental e interactivamente... y utilizaron todas las ventajas para convertirlas en GRILLETES.

Como un poco de contexto diré que, por tal vez, décadas; instituciones educativas de nivel medio-superior, superior, capacitadores profesionales y fabricantes de tecnología, han utilizado el modelo "en línea" para educar de forma eficiente e incluyente a sus estudiantes. ¿Trabajas?, ¿vives lejos?, ¿solo dispones de las madrugadas o fines de semana?, ¿tu poder adquisitivo no te permite acudir o pagar las clases presenciales?.... ¡Resuelto!, te conectas cuando puedas, a tu ritmo, a costo reducido y solo te aseguras de aprender del material disponible (bajo demanda) y realizar las evaluaciones que corroboren el aprendizaje. En caso de dudas puedes contar con ciertas facilidades, tal vez asesorías remotas en vivo o grupos de estudio... y espero se entienda la idea. ACERCARSE al estudiante, no al revés.

¿Que sucedió?, que la interpretación de [a quién corresponda] respecto a como debían ser las clases en línea de las escuelas, pareció ser de forma muy libre. Tanto que cada escuela y hasta cada maestro, tenía una dinámica distinta de trabajo. La variedad no fue el problema... la interpretación retorcida de una escuela remota, sí que lo fue.  Ejemplos:

"Tengamos clases de horario completo como si fueran presenciales"                  incluso en pre-escolar. Pedir a un niño llenar un asiento a tiempo completo cuando la clase es dictada a través de una pantalla suena mal, pero es peor cuando la experiencia demostraba que las clases podían durar una tercera parte menos y que prácticas como pasar lista o esperar el total de un trabajo frente a la cámara para finalizar la clase, no solo no aportaba nada; impedía "desconectar" del dispositivo al estudiante, a la brevedad, por no utilizar herramientas disponibles por las instituciones, como los buzones de tareas y los muros de mensajes.
Las clases en línea deben ser breves, en pro del aprendizaje y posterior refuerzo; no hay forma de justificar que se deba cumplir con un plazo de reloj solo porque sí.

En algún momento, cuestioné esto a los educadores y la respuesta era "tratamos de mantener la dinámica como si se estuviera en el salón de clases". Me da curiosidad la obstinación a adaptarse o generar una nueva dinámica, ¿no ven que la clase en línea sucede, porque TODO cambió?. 

"Llegaste tarde y sin uniforme", pues si. Las escuelas remotas y en línea estaban hasta el fin del curso, aún con un ojo por acudir a tiempo y la vestimenta adecuada. No es que se pudiera permitir la consulta del material posterior a la clase y se pueda ceder en la rigidez del modelo desde casa, en favor del aprendizaje independiente al ritmo del estudiante, ¿verdad?... o el uniforme, que no se sale de casa, pero tampoco era necesario perdonar a las familias ese gasto adicional, a la vista de ciertas instituciones.

Soy afín a la disciplina con fundamentos, pero no encuentro una buena razón que explique el porque los videos triviales siempre están disponibles en línea, pero no la clase de la mañana que se pudo guardar con solo un click y la buena intención. Tampoco se como beneficia mas el uso de un uniforme por sobre la educación de un código de vestimenta adecuado y cómodo, para las actividades en línea.

"Enciende tu cámara", de los mayores sin sentidos que se normalizaron en pro de avanzar en las clases en línea sin cuestionar mucho. Tergiversando más el entendimiento de que la clase en línea, parezca presencial; los estudiantes tienen la cámara encendida mayormente y la apagan selectivamente. ¿Nadie se ha percatado que el interior de los domicilios particulares, NO SON ESPACIOS PÚBLICOS?.

Solo por hacer mas grande el problema, les aseguro que muy probablemente sus hijos son grabados y fotografiados, e incluso se solicitan fotografías para las plataformas de buzón, como requisitos para ciertas tareas de los estudiantes... ¿Les compartieron el aviso de privacidad respecto al manejo de esa información?, ¿saben que medidas de seguridad hay para que sus hijos no acaben siendo expuestos en internet?. Suena inocente, pero no se puede justificar la captura constante de imágenes del estudiante, menos siendo menores de edad y sin conocer las políticas de seguridad o ausencia de ellas respecto a su identidad y material recopilado.


¿Y la agilidad?

    Con las limitaciones de tránsito y cierre de espacios, todos los que lograron trabajar desde casa (y los que no), debieron adaptarse en tiempo récord al nuevo modelo de actividad que vivirían. "Ser ágil" es algo que sonó mucho, aconsejando a todos a realizar los cambios de ideología y accionar, que hicieran falta para fluir y desaparecer por los efectos de la pandemia a nivel social-económico.

 Esperemos los responsables de adecuar el programa de las distintas instituciones, sea capaz de ENTENDER que el mundo cambió. Que el tiempo y la tecnología se deben aprovechar y que nada se gana cargando el grillete que representa la dinámica idéntica a la del aula de clases en una normalidad que ya NO ES.



Gracias por leerme.

Bytes!

sábado, 19 de junio de 2021

Necesito que hablemos de padre a hij@



      Primeramente, decidamos que no generalizaré en lo mínimo. Esta historia es mía y la he vivido yo, así que esta fuera de la carpeta considerar si fue como a "muchos", o "a otros les ha pasado". Si me escucho trillado es porque así de simplón soy y no por intencionalmente querer caer en el cliché.

Es curioso que algo tan normal y fundamentalmente bueno; fuera tan atemorizante para mi como primer reacción al escuchar que habías aparecido en mi vida. Tu madre, por derecho, tuvo la primicia y a bien buscó la manera más genuina de compartirme la buena nueva. Eso no impidió que mi reacción fuera tan obtusa como chocante.

El temor no solo fue ensordecedor y preocupante momentáneamente, para nada. Al pasar de los días acrecentaba el estrés por tratar de estar listo, para un evento que no permite estarlo.

 


 

 

 

 

 

 

La espera.

    Mérito a quién lo merece. La paternidad es muy ligera si consideramos los cuidados, efectos desafiantes en todos los ámbitos y proceso de concepción con el que tu madre debió salir avante ante muchos, muchos retos.
La pequeña lucha de tu padre era y de cierto modo sigue siendo, interior. Tu viejo jamás ha sabido mantener a raya su ansiedad y bajar algunas líneas a la auto expectativa le cuesta aún más trabajo.
 
Contar los días desesperado por querer ir al menos conociendote un poquito más. Eterno era llegar a ver la siguiente "manchita" en el ultrasonido, después ver que tan complejas eran tus facciones y que estuvieras bien, porque los sustos no nos los negaste, ¡enterate!. El otro lado de la moneda, es el gran miedo a poder cumplir, al menos con un mínimo de aceptación, como principal apoyo de tu madre, pero también con mantener en balance esos temas que los adultos debemos malabarear y que espero, logremos darte un buen ejemplo acerca de como el tiempo, las responsabilidades y el dinero, se pueden encaminar a solo buenos propósitos. Era una etapa en la que yo buscaba encontrarme como individuo, pues tu existencia, era un parte aguas en mi rutina, que no requería tener una estructura muy clara y eso no debía seguir así, también era necesario definir mi rol en tu árbol familiar, pues no es un secreto que mis causas normalmente me han llevado a lugares y personas fuera de un circulo tan apegado, y si bien eso me ha enseñado TANTO, ahora mi prioridad era poder estar en donde debo.
Esos días me carcomía la materia gris cuestionando mi madurez y mis impetús, mi capacidad para encaminarte, mi percepción de lo que es correcto, mi fuerza de voluntad y mi resiliencia emocional. Si como individuo independiente, pensaba que siempre estamos a prueba en el mundo, ahora ya estaba más que seguro de ello. El miedo a fallar era mi pan y agua de cada día, pero sorprenderme de cada muestra de tu vida, en la forma que fuere; un sonido, una imagen borrosa, una patada en la barriga de tu madre, me mantenía completo.










Cambiando los roles.

    Solo segundos bastan para entender que no hay reglas a seguir, lo poco o mucho que se intentara estar preparado son más un soporte emocional que una guía práctica y que el juego se llama "Resuelvo, después existo". Tomaste con tu manita apenas un dedo de la mía, y ese fue el principio del acuerdo no dicho en el que tu te dedicabas a enseñarme y yo a aprender.

El miedo a la inmadurez y la incapacidad, cambió. Ahora, la preocupación se cimienta en una responsabilidad real, de abrazar esa vida y aprender a cuidarla con la mía.

La paternidad en pocas palabras eso parece ser; un ir y volver de solicitudes que debo resolver de la forma más eficiente y congruente posible, y que los errores, humanos al fin, no me impactan a mi, por lo que debo ser cauteloso. Aún cuando también soy un hijo, no logro imaginar la dificultad de trabajar día a día en enseñarme a observar tus necesidades, a analizar la solución y anticipar los efectos de cada intento. Desde tu lenguaje con apenas lo más básico de la motricidad humana, sonidos ininteligibles y llantos, hasta ahora que expresas de forma muy vocal tus frustraciones cuando no logramos encontrar la manera correcta; mi propósito y motor siempre ha sido mayor a mi mismo. Se trata de ti, de entregarte las herramientas que me has enseñado a elaborar y que te ayuden a abrir camino por tu cuenta. Práctica y error motivada por el amor, y curiosamente ese amor, es el que a veces complica las decisiones, mandando mensajes como ¿y si le ayudo para que no se complique? y ¡Espera, permite que lo resuelva, pues sabes que puede hacerlo!. Como tu padre, las decisiones deben ser las correctas y eso no siempre me dejará en un buen lugar de tu gracia.




 

 








La carrera contra el tiempo.

    No importa cuanto me esfuerce por aprender de ti a enseñarte todo lo necesario para que tu existencia sea un desafío moderado; la vida además de incierta es limitada, y en el mejor de los casos, yo no estaré a tu lado en todo tu camino. Quiero ver lo más posible cuán lejos llegas y sorprenderme de cada vez que marques la diferencia.

Estoy orgulloso de ti, feliz de entregar lo poco que pueda a tu causa y afortunado de hacer de ti mi refugio y mi descanso. La aventura más grande de mi vida.

No es que se deba celebrar el día del padre, no es un logro adecuado; pero no está de más, celebrar la dicha y la suerte de serlo.


H.C.

martes, 1 de junio de 2021

"Si tengo 10 minutos y los quieres, son tuyos".

 

Ilustado por iconicbestiary

     Siendo un técnico en sistemas, cuya atención se debe dividir en una serie de elementos simultáneos, con el propósito de alcanzar un objetivo... o impedir que se alcance, según sea el caso. Aprecio y admiro la habilidad de las personas "multi-tareas" en varios niveles. Una capacidad digna de elogios y ensalzado... pero no está vez, simplemente hoy no.

De nuevo, utilizando la experiencia propia como ejemplo; sin duda se requiere talento e interés (mucho interés), para mantener atento al niño en la clase en línea (Era CoVid19), mientras las mascotas buscan comer algo a la vez que ladran porque algún servidor público tuvo a bien entregar el correo de la casa. Todo en tiempo récord, pues los compromisos laborales no son condescendientes para todos, y el bombardeo de un día de trabajo mas, inicia. Enajenado del resto de las situaciones cotidianas que podamos estar viviendo, lanza llamadas urgentes, reuniones no programadas, correos y correos prioritarios, mas una pizca de consulta técnica para algún compañero.

Son momentos del día que habrá quién llame "el temblor", de forma tan simplona, como atinada. Una gran cantidad de prisa, estrés y desorden, bamboleando por doquier; tan solo para retar el dominio que tengamos de la multi-tarea y haciendo desear que termine pronto, mientras el reloj dice que han pasado apenas 12 minutos y que esto se pondrá peor y peor.

 

 

    Y efectivamente, dije que por hoy; eso de ser multi tareas, no era un don, ni algo digno de aplauso. Esto porque mi tema hoy es sepultar el compartir el tiempo, en especifico, el (valioso y anhelado) tiempo libre. El dividir la atención y el esfuerzo con desinterés, sin propósito ni responsabilidad que lo justifiquen.


La limitación humana.

    Absolutamente todo tiene un precio. Intentar resolver todo a la vez no es una excepción; ya que, aún resolviendo de forma aceptable las innumerables tareas que se abalanzaron sobre tu yugular; como menos, te has desgastado física y/o mentalmente.
También, siendo honestos. Hacer de todo a la vez, significa que la atención y el esfuerzo se dividieron, y al final del día, resultó que se hizo mucho con lo menos posible, al no poder dedicar y comprometer el 100% a una sola labor.

Habla muy bien del eficiente humano que logra estos resultados, ¿que tal habla de los demás humanos que lo rodean y también pedían su atención?.


La mirada perdida.

    Seguro han visto un escenario similar. Un adulto se hace acompañar de un niño (pues, lamentablemente, no puedo decir que fuera lo contrario), de pronto, encuentran el lugar perfecto para detenerse y el adulto se pierde en la pantalla de un dispositivo móvil. Esto lleva a una situación que dura DEMASIADO y entonces no se puede negar la obviedad de la mirada perdida. Tanto del adulto perdido en un sinfín de posibilidades obtusas, incapaz de detenerse y despegarse del ladrón de su atención; como de la mirada perdida del niño, que si bien, no estará igualmente en una pantalla que haga de niñera cibernética, tristemente estará buscando la nada, resignado de que dediquen unos momentos SOLO a él.

Está normalizado y a nadie asusta la adicción a los dispositivos y a las redes sociales. Si como sociedad, normalizamos el alcoholismo y la drogadicción en muchos casos y solo compadecemos a sus familias, ¿porque no compadecer a la pareja que sentados en la misma banca, son apartados por una pantalla? (puntos extras cuando solo uno tiene un dispositivo y de remate, está presumiendo en redes sociales la cita en curso), ¿que tal un niño esperando un abrazo y solo obtiene un placebo que permita textear y navegar?. No faltará aquel que haya conseguido una respuesta áspera por haber interrumpido la experiencia "de vida" de su interlocutor, mientras leía como es el mundo según sus cientos de amigos que jamás ha conocido en persona y que han dejado horas y horas de banalidades en las cuales hundirse y olvidar la realidad.

 

Rompiendo las reglas

    Una de las máximas con las que me rijo en el día a día; es no hacer preguntas innecesarias; o al menos, no sin agregar la mención de que es retórica y de facto, que no espero una respuesta.

Esta vez me permitiré, torpemente, pero con un fin; pasar por alto la lógica y la obviedad; tan solo para sacar de mi cabeza y externar eso que quisiera tal vez hablarlo, pero requieren un destinatario adecuado.

¿Porqué es tan difícil soltar el teléfono o el dispositivo de entretenimiento ocioso por si quiera, digamos, 10 minutos?, ¿porqué pareciera necesario que la pantalla sea el elemento constante y divisor en conversaciones e interacciones con otras personas, incluso las MUY cercanas?.

Aquellos que viven inmersos en un mundo tan virtual como falso, el de las redes sociales, ¿tienen lapsos de lucidez en los que se den cuenta del problema?, de ser afirmativo, ¿cuanto duran y porque pareciera que eventualmente deciden ignorar la situación?.

A los ebrios y los drogadictos, se les sugiere buscar ayuda.


La ofensiva

    Casi escucho el viento decir, "como sabes que no se está ocupado", "tu has de estar igual", "¿Cómo sabes que solo es ocio?", etc.

Decía una amistad muy estimada, "la biblia se defiende sola", refiriéndose a que un buen creyente de la biblia, no necesita discutir su contenido cuando es puesto en duda por una persona con ideología distinta. Esto aplica para todo, y en este caso, si esté texto cuestiona hábitos en los que se está seguro y hacen mejor la vida de quién los aplica, favor de ignorar tajantemente, digo ¿quién podría salir afectado, no?.

Además, no generalizaré, no todo el mundo es así; pero defiendo que el escenario planteado, no es imposible ni poco común. Dicho esto, prosigo entonces.

La verdad que no es verdad.

         El problema más doloroso, es la negación. Todo vicio oculta una y en peores casos, varias carencias personales. Profundas heridas e indecisiones que se necesitan trabajar, pero la tecnología se utiliza como un catalizador que justifica la indiferencia. Porque parece ser así de simple, solo se necesita ser indiferente.

La indiferencia, por observación, pienso yo que es la forma más eficiente de ocultar nuestros peores demonios.
¿Te sientes deprimido?, ¿tienes pensamientos tóxico?, ¿eres incapáz de aceptarte a tí mismo?, ¿no quieres lidiar con las responsabilidades?, ¿nada te motiva a conseguir una meta por pequeña que sea?, y así consecutivamente... nadie lo notará estando agachado en una pantalla, asumiendo que solo estás "distraído". Peligrosa arma esto de las comunicaciones que "acercan" a la gente.

El otro filo de la navaja, también motiva fuertemente a mantenerse perdido en la irrealidad, y esté es la facilidad de mentir.
No importa como sea la realidad especifica de un individuo; a través de una red social se puede decir feliz, bendecido, estable y afortunado. Lamentablemente, alguien dañado, también puede fingir las mismas situaciones y pasar la vida atento a que otros reaccionen a sus exhibiciones, o de lo contrario, se dedicará a encontrar la manera de llamar la atención. Dedicando energía y recursos a la banalidad e ignorando en el proceso la realidad y las personas en esa realidad.

Entiendo la facilidad y el encanto de abstraerse; más aún cuando se está desmotivado o algo peor.
Entiendo como defender lo indefendible de querer perderse donde nadie cuestione, y también convenientemente, nadie se de cuenta de que el enemigo está oculto a plena vista.

No soy quién para hablar de tiempo libre, pero se valorar ese escaso bien.
Si llego a contar con siquiera 10 minutos míos. 10 minutos en los que las responsabilidades y las premuras se aparten; los compartiré contigo si los quieres. Prometo ignorar la pantalla.

 

 

Gracias por leerme... 

Bytes.

sábado, 6 de marzo de 2021

Minería de datos: Regalando nuestra seguridad en internet.

Imagen por Irina Gromovataya de Pixabay

"Tu identidad es tu bien más preciado"

 "Tu identidad es tu bien más preciado", rezaba una frase de "Los Increíbles" (Pixar, 2004... buenísima película); haciendo alusión a la importancia de mantener el anonimato de los personajes principales, respecto al mundo que les rodea.

En internet (y otros lugares), el dinero, se mueve en "analizar al objetivo". Obtener la mayor cantidad de información, que ayude a ofrecer y alcanzar de forma efectiva al consumidor de un producto o servicio. Un mero ejercicio de mercado, no diferente a una encuesta callejera o probar una muestra gratis en el supermercado. En palabras, es algo muy simple, pero definitivamente no es para nada inocente, y mucho menos, inofensivo.

Nada de lo que aquí escribo es nuevo, pero nunca está de mas el compartir los riesgos que por ingenuidad, omisión o negligencia, nos permitimos correr en internet. Nadie está exento de esto, pero seguro pocos se detienen a considerar si es necesario o no, exponerse mas.


Imagen por Free-Photos de Pixabay

¿Bueno, quién llama?

El escenario más común, todo un clásico. Un día de pronto inicia una serie de llamadas de un operador de telefonía ofreciendo cambiarte a su empresa, un banco que posiblemente no sea el que utilizas afirmando que tu historial crediticio merece su nueva tarjeta de crédito, o el candidato de algún partido político, recordándote como él sí va cambiar las cosas que nadie ha cambiado los últimos 100 años.
¿Quién les dio tu número de teléfono y nombre?. Esta de más, seguramente, el decirlo, pero sí, ¡fuiste tú!.

Probablemente haz instalado una aplicación que solicitó acceso a tu número de teléfono, o que requirió ingresar el número para confirmar con una llamada o mensaje de texto el registro. También pudo ser una compra; las tiendas en línea, departamentales y supermercados utilizan el registro de un número de teléfono, como medio de seguimiento a la entrega.

El problema, radica en las condiciones escritas o no (dependiendo la formalidad del receptor de esta información), del manejo de datos. Usualmente el aviso de privacidad y condiciones del uso, hacen mención de que toda la información que se ha capturado de tu parte, aceptarás por omisión, que la plataforma la use como quiera, para los fines que les convenga... ahora que si la tienda o la aplicación son dudosas; con suerte te enterarás que tu información puede ser malversada.

En este punto ya eres, voluntariamente, parte de un directorio; que para fines mercadotécnicos, cuesta MUCHO DINERO y ahora ya es de dominio público. Adicionalmente, esta información esta siempre en riesgo de ser robada y distribuida de forma indiscriminada:

  • Tu nombre.
  • Dirección, muy probablemente a detalle.
  • Cuenta de correo, algunas veces hasta una más para "mayor seguridad".
  • Número de teléfono y quizás hasta el móvil y el de trabajo.

¿La compra fue para otra persona?, muchos de esos datos personales también están expuestos.

¿No es para tanto?; es bien sabido que existe información bancaria que ha sido robada a múltiples servicios y hasta directamente a las instituciones bancarias; empatar esa información con tus datos personales no hace muy difícil que tu dinero desaparezca de tu cuenta.

De verdad, ¿no es para tanto?. Espero nunca hayas recibido una llamada de extorsión, de aquellas en las que amedrentan con saber quién eres, dónde vives y que familiares cohabitan contigo, pues seguro, es información que en vedad la conocen.

 

Imagen por Lothar Dieterich de Pixabay

"¡Selfie!"

Hay dos razones que me vienen a la mente, por las que las fotografías en redes sociales y perfiles públicos (mensajería instantánea, correo electrónico, etc.), son un riesgo mayor a lo que aparentan.

La biometría; información fisionómica como las huellas digitales, retinales y el ahora más solicitado: rostro, se utilizan para descifrar la seguridad de los smartphones, aplicaciones bancarias, carpetas en la nube y un sin fin de candados de aplicaciones.
Sí el atacante tiene tu número de teléfono, cuenta de banco y dirección física; una fotografía sería la llave que abra la puerta.

Simplificando aún más. ¿Te han robado o has extraviado un teléfono?. Sí de alguna manera tu atacante es guiado por la ubicación en la que obtuvo tu equipo, o peor aún, fue más preciso y sabe quién eres o al menos pudo saber tu nombre, empresa de trabajo, apellidos, vaya, que hasta un apodo; llegar a tus redes sociales y obtener mucha información adicional, incluyendo tu rostro digital, es un ejercicio de ingeniería social.             

La inteligencia artificial y conocimiento mundano, son el segundo gran peligro. La información en internet es un gran contenedor que TODOS vamos llenando con cada letra que capturamos en cualquier dispositivo que esté en línea (como yo, escribiendo esta entrada del blog). La inteligencia artificial, es en parte, alimentar con datos selectos de información de ese contenedor a un sistema, para que cumpla una función.

Una de las funciones de inteligencia artificial más comunes, son los mapas dinámicos. ¿Te suena google maps?. Es un ejemplo de como cierta información (fotografías de las calles y hasta satelitales, tomadas por Google), en conjunto de fotografías de usuarios (cualquiera de nosotros, aumentando y afinando la información que ya tenía Google) y datos que Google obtuvo por análisis (digamos, una empresa sube fotografías o texto mencionando la ubicación del mapa, así que Google toma estos datos y los utiliza para pulir aún más su información). Al final del día, el mapa de Google podría ser muy preciso gracias a todas las personas que, tal vez sin saber, agregaron información a internet al respecto.

En la práctica; plataformas de redes sociales, como Facebook, Instagram y demás plataformas (sobre todo las maliciosas), son capaces de analizar y comparar los millones de imágenes que suben sus usuarios junto con las etiquetas que colocamos.

  • Con ello: No necesitan que nadie les indique quién está en la imagen, así que hay una posibilidad de que hayan detectado tu nombre, el de tus conocidos etiquetados o quién te etiquetó.

  • Previamente, hubo necesidad de utilizar una cuenta para subir la fotografía, por lo que de antemano conocen tu correo electrónico y quizás número de teléfono. Incluyendo a todos tus etiquetados.

  • Tu proveedor de servicio de internet, entrega cierta información cada vez que se abre una aplicación o página de internet y estos datos también los registra: Ubicación geográfica de país, estado y ciudad. Relacionando a tus etiquetados, como personas con presencia en esos lugares.

  • El proveedor también entrega tu dirección IP; que es el camino a la puerta de tu teléfono, computadora o todo aparato que esté en línea en tu casa, pero no tenga la seguridad necesaria. Pudiendo atacar y obtener más información.

  • Análisis de aprendizaje (machine learning); como en el ejemplo de los mapas. Se analizan las imágenes y el resto de los datos que he mencionado (y otros tantos que ni me imagino). Conforme más veces coincidan los datos, más preciso será el análisis. En algún momento, el sistema sabrá suficiente sin necesidad de que nadie le indique nada, llegando a niveles ridículos y preocupantes de detalle. Esa información se registra, se almacena y se comparte/distribuye/vende a discreción de la plataforma y es igual de frágil la seguridad y certeza de que no caiga en malas manos.

Por ello no te sorprendas que ahora te vendan casas por tu zona de residencia o te llamen para que opines acerca de tu alcalde. Esto a raíz de que te has tomado una fotografía en la que la posición del sol, la saturación o apertura de zonas verdes, estructuras como bardas, ventanales, lozas, baches y detalles menores te han expuesto.

¿Recuerdas las extorsiones telefónicas?, ahora saben quién eres, dónde vives, cómo llegar y con quién convives (lo mismo de tus contactos probablemente). De forma superficial, puede asumirse de tus etiquetados y tuyo, el poder adquisitivo, hábitos de consumo, traslado y hasta que tan prudente eres para mantener tu seguridad personal.

 

Imagen por Harald Matern de Pixabay
 

El conocimiento mundano, es mucho más simple, pero igual de riesgoso. A mayor información dejes en internet (más la que ya se refino por todas las plataformas que usas), más fácil es que alguien con la intención de encontrarte para dañarte (y a tus conocidos, patrimonio, empleo, etc.), lo hará.

Personalmente quisiera entender a la gente que se empeña en tomar fotografías a sus niños; por dar un ejemplo, en el que se debe exhibir el uniforme escolar, los amiguitos, la calle en que vive o los lugares que visita. Las redes sociales lo fomentan, como fomentan que escribas y captures lo que bebes, tu última colonoscopia, el mejor photoshop de tu panza en una tanga imposible, el restaurante que visitas, la tienda donde compras el regalo de 10 mayo o que volaste a Suiza con algunos millones de dólares.
Para las plataformas, esa información les deja dinero (muuuucho), para ti, usuario; solo te deja con los pantalones abajo informáticamente si no sabes las reglas del juego.

Hay que ser muy astuto para saber subir una muy mala fotografía en internet, mala en el sentido que la resolución y posición de elementos no sirva de mucho.
Lamentablemente, también falta ser muy astuto, para saber que algunas cosas deben quedar en casa y compartirse de forma controlada, más no salir a internet en un afán de seguir tendencias sociales y buscar atención frívola.

¿Cuánto ingenio se requiere cuando la solución es obvia?. Uniformes, logotipos, placas de coche, etiquetas de conocidos y hasta la lista de personas que reaccionaron a la imagen; son caminitos a tu casa y seres queridos.


Imagen por Robin Higgins de Pixabay

Las paredes oyen

Sí, es cierto; tu teléfono, computadora y tablet, hasta las consolas de videojuegos, te están escuchando sin que tu lo sepas ni autorices (o que autorizaste sin la intención.. taaaaal vez). Las cámaras, sensores biométricos, bluetooth, quizás algún otro componente que no tenga yo el conocimiento también. Es la función de los componentes: trabajar. El riesgo es que las aplicaciones y las plataformas no siempre juegan limpio. Un sistema con errores, un virus, aplicaciones innecesarias y funciones como reconocimiento de voz o gestos; da pie a exponer toda información y hasta nuestra rutina en vivo:

Solo son ejemplos simples y viejos. Ojo, que en la realidad, ninguna empresa o entidad le dice a sus usuario: "te han hackeado", hasta meses u años después del daño. Pero todos siguen un mismo camino:

  • ¿Tienes información valiosa y personal en tus equipos?.
  • ¿Tus dispositivos te pueden ver, oír y grabar?.
  • ¿Sabes que instalas y te aseguras de no correr riesgos, no almacenar ni 
  • capturar información que te exponga personalmente o a tus seres queridos?.
  • ¿Porque tus respuestas son "Si", "Si", "No", "¿Eh?"?.

 

No pecaré de ingenuo; es claro que hay plataformas que por trabajo, relaciones sociales, escolares, ocio o necesidad; requieran que cedamos y entreguemos información personal, lo importante es saber diferenciar entre necesitar y ser timado.


Gracias por leerme, me extendí mucho ya y prefiero dejar algunas cosas en el tintero. Ya será después.

¡Bytes!.










sábado, 27 de febrero de 2021

Aceptando la tecnología abierta.

 

Foto por Skylar Kang de Pexels

    La tecnología abierta, esa gran desconocida que nos rodea desde que nacemos y que, lamentablemente, se nos enseña a ignorar por interés comercial; podría haber encontrado una de sus mejores épocas gracias al Virus "C" que mas que menos, mantiene a la mayor parte de nosotros, encontrándonos con un poco de tiempo para matar en el ocio y el auto aprendizaje.

Tutoriales en plataformas gratuitas, cursos formales online y televisión pública, han permitido normalizar que muchos de nuestros amigos cercanos o familiares se jacten frecuentemente de nuevas habilidades y hábitos. Nuevos políglotas, panaderos, estilistas, artesanos y demás, saliendo de la intención entusiasta de aprender, cuando menos, por no aburrirse.


Que ¿novedad?.

Como mencioné, la tecnología abierta, está con nosotros desde nacer. Todo aprendizaje nonato, cuya distribución y difusión no es condicionada, de ningún modo que afecte su libertad; es parte de esté movimiento cultural, mas que tecnológico.

¿Recuerdas como aprendiste, todo lo que sabes hacer, sin haber pagado por ello o acordado el no divulgarlo?. Comer con cuchara, caminar, arrojar una pelota, preparar un café, dar un beso. Sorpresa, sorpresa; son ejemplos de tecnología libre.
 
La retribución también existe en esté contexto. Des-interesadamente, haber enseñado a tus padres como rayos funciona su smartphone, compartir tu receta del hotdog perfecto y la constante explicación de, que es un calcetín y como se deben de calzar, para que un infante aprenda a vestirse; son contribuciones (tal vez fortuitas) al movimiento.

 

El costo del desconocimiento.

 Mi primer contacto, a nivel informático y consciente, con la tecnología libre; fue con un sistema operativo linux. Era la cosa más arcaica, intimidante e inaccesible que había tratado frente un monitor. Siendo un usuario de Windows, única herramienta que se me había educado para manejar, no entendí en su momento la razón ni la importancia, de ese montón de texto en una pantalla, en una época que ya existían botones, colores e íconos.

Con los años y la práctica, entendí que mi acercamiento, ese primer contacto, fue erróneo. El problema no eran los "defectos" que vi cuando conocí Linux, sino que estaba esperando igualarlo a lo que ya conocía; pues siempre es más fácil temer al cambio, que comprometerse a conocer... y eso tiene un costo.

Foto por Pixabay de Pexels

Abrazar el cambio, se lo debo agradecer a la necesidad. En esa época, yo tenía un pequeño taller en el que rentaba PC's al uso público. Este tipo de negocios estaba en el foco de atención de algunas dependencias de gobierno, debido que el uso de un equipo Windows y herramientas como Office, Photoshop, Corel-Draw, entre otras, implicaban una licencia de pago, que no todos tenían la intención o presupuesto para pagar. 

En la búsqueda de alternativas que no representarán perdidas de tiempo e ingresos, lidiando con temas administrativos o preocupaciones innecesarias de carácter legal, encontré un sistema operativo muy agradable a la vista, con configuración mínima, aplicaciones de oficina y mucho más pre-instalado, libre de virus y cuyo despliegue tomaba menos de 30 minutos para estar listo, ¿qué mas?, ¡Gratis!, tanto para copia, distribución, sin licencias. Ese sistema irreal era: Linux.  

¿Cómo el patito feo paso de ser una pantalla de texto a una solución amigable y vistosa?. El no haberme comprometido un poquito más en documentarme, la primera vez que nos encontramos, retraso el darme cuenta de que era, como se usaba y los beneficios que aportaría en mis actividades.

 

El entusiasta.

En mi caso fue linux, pero hay un sin fin de eslabones que pueden ser el punto de entrada a tecnologías abiertas. Tecnologías que pueden ser obtenidas, compartidas y modificadas para fines igual de filantrópicos, como de beneficio personal, sin esto último ser necesariamente algo negativo.

Ayudar a discapacitados con prótesis cuya fabricación no justifique un costo prohibitivo, contar con ventiladores para apoyo en fallas pulmonares que no dependan de grandes empresas, fabricar un refresco de soda o una cerveza, suenan a una oportunidad. ¿Que tal tener todas las especificaciones para fabricar un coche?. Solo basta encontrar un tema que apasione y en la medida de lo posible, aportar cuando menos, al difundir el conocimiento.

No cuestionaré, el que las empresas protejan sus propiedades intelectuales, o impidan el acceso y difusión de sus procesos o desarrollos. Tampoco que la educación, sobre todo la privada y la superior, estén desfavorablemente encaminadas a conocimientos técnicos y sociales que implican depender de recursos y entidades adicionales (libros de texto no públicos, aplicaciones o sistemas operativos de pago o licencia, redes sociales que requieren minar información personal, etc..). Lo que busco compartir en esta ocasión, es que existen las alternativas que buscan el beneficio comunitario, el desarrollo social, la solución de carencias públicas, equilibrar los costos y beneficios a un nivel justo o simplemente compartir por el mero placer de hacerlo.

No todo requiere un costo monetario ni revelar o exponer tus datos personales, el verdadero reto, es sacudir la pereza o miedo a aprender algo nuevo.

¡Nos leemos!